¿Cómo nos damos cuenta si los pescados y mariscos que compramos están frescos?
PESCADOS
Aspecto: atrayente, piel húmeda, brillante y lustrosa.
Color normal, con tintes fuertes y vivos.
Olor: “a algas marinas frescas” (en el pescado de mar) o
“agradable a río” en el caso del pescado de agua dulce.
Ojos: esféricos, salientes (convexos), transparentes y dar sensación
de vivacidad.
Branquias (o Agallas): de color rojo brillante y sin presencia
de mucus.
Escamas: abundantes y difíciles de sacar.
Carne / músculo: brillante y firmemente adherida a la columna
vertebral y espinas.
MARISCOS
Moluscos (mejillones, almejas, cholgas y berberechos)
Deseche los moluscos cuyas valvas se encuentren rotas.
Calamares
No deben tener manchas sanguinolentas.
Los ojos deben ser brillantes y salientes.
La carne debe ser consistente y elástica.
Indicadores de envejecimiento: piel pegajosa y teñida de
color violeta intenso, olor penetrante y desprendimiento de la cabeza
del tubo o cuerpo.
Camarones y langostinos
No deben presentar manchas negras, olor desagradable o desprendimiento
entre cabeza y tronco.
Las patas deben ser firmes y no desprenderse.
Recomendaciones para el manejo seguro de pescados y mariscos
Adquiera los productos de la pesca solo en comercios habilitados para ese fin.
No compre pescados y mariscos en la vía pública, ni productos de elaboración
casera que no se encuentren registrados y autorizados.
Refrigere los pescados y mariscos en la heladera a una temperatura menor o
igual a 5°C. En esas condiciones el producto podrá conservarse hasta dos días.
Una vez descongelado, no vuelva a congelar el producto.
Separe los pescados y mariscos crudos de aquellos alimentos listos para consumir,
mientras esté realizando las compras en el supermercado o el almacén; en
la heladera y durante la elaboración de los alimentos en su casa.
Lave muy bien sus manos, las tablas de cortar, los platos, los utensilios
(cuchillos, tenedores, cucharas) y las superficies de trabajo con agua caliente y detergente
después de haber tomado contacto con pescados crudos.
Cocine los pescados y mariscos hasta alcanzar una temperatura interna de
63°C. En caso de no contar con un termómetro, cocine el pescado hasta que adquiera
una coloración “blanco leche opaco” y se deshaga con el tenedor.
Cocine los moluscos (mejillones, almejas, cholgas y berberechos) hasta que
se abran las valvas y deseche los que no se hayan abierto.
Finalizada la cocción, consuma lo antes posible y no deje enfriar a temperatura
ambiente.
No es aconsejable el consumo de platos elaborados con pescado crudo (sushi,
ceviche) por parte de las poblaciones de riesgo (niños, ancianos, mujeres embarazadas
y personas inmunocomprometidas).