| La pista de Bahia Dorada es observada por Odarda (Foto: PLP) |
SIERRA GRANDE.- La legisladora Magdalena
Odarda exige controles a los aeropuertos privados existentes en la Patagonia,
cuyos propietarios son ingleses.
Frente
a la escalada de hechos denunciados por el Gobierno Argentino sobre la
militarización de la plataforma continental argentina,
la profundización de la explotación de nuestro
petróleo por parte de Gran Bretaña que mantiene custodiada con
misiles las bases petroleras ubicadas en cercanías de las Islas
Malvinas, la legisladora rionegrina Magdalena Odarda de la CC-ARI reclamó una
vez mas a los Ministros de Planificación y de Defensa de
la Nación, la urgente militarización del aeropuerto privado ubicado en
Puerto Lobos, a pocos kilómetros al sur de Sierra Grande, que se encuentra
funcionando hace aproximadamente cuatro años sin control suficiente por parte
del Gobierno Nacional y que pertenece al ciudadano ingles Joe Lewis.
Indicó
en tal sentido “que la defensa de la soberanía argentina no solo
pasa por el cierre de los puertos a buques con bandera kelper, sino
fundamentalmente a garantizar la seguridad de nuestras fronteras, realizando
el control sobre los aeropuertos privados que fueron indebidamente avalados
sin que existan radares o autoridades nacionales que protejan al pueblo
argentino y a la seguridad nacional”.
La diputada arista se encuentra pidiendo esta medida desde hace años cuando se conociera la existencia de este aeropuerto de dimensiones similares al aeropuerto internacional de San Carlos de Bariloche, construìdo en no mas de tres meses en área de seguridad de fronteras.
Además,
y tal como lo reconociera el gobierno nacional en respuesta a un pedido
de informes, no existen radares en la zona para control
del trafico aéreo.
Cabe
mencionar que esta obra de magnitud, se halla ubicada a 1000 metros del mar,
en cercanías del área protegida Puerto Lobos, en la frontera entre
las provincias de Río Negro y Chubut, sobre la
zona geopolíticamente estratègica del paralelo 42.
Según
Odarda, sus propietarios, la firma Bahia Dorada S.A. señalan que dicho
aeropuerto es utilizado con fines turísticos y para trasladar al
magnate ingles de su estancia de Lago Escondido en cercanías de
El Bolsón, a sus nuevos campos en la costa atlántica, mas existe un
riesgo cierto para la seguridad nacional que dicho aeropuerto no tenga
control suficiente por parte del Estado Nacional, dado
que deberían existir radares o presencia de Gendarmería o
Prefectura Naval-
Señaló
ademas que la Legislatura de Río Negro en el año
2010 aprobó una comunicaciòn dirigida al Ministerio de Defensa y
Ministerio de Planificación pidiendo radarización o control estatal
de dicho aeropuerto, además de otra comunicaciòn pidiendo a
Cancillerìa Argentina que haga responsable al
Gobierno británico por un eventual desastre ecològico por posibles
derrames de petróleo emanados de las bases petroleras
ubicadas sobre la plataforma continental argentina,
que impactaría en forma directa en las costas argentinas.
Fue la actual Ministra Nilda Garré, quien entonces estaba al cargo del Ministerio de Defensa de la Nación, la responsable de la habilitación para la instalación y funcionamiento del aeródromo Bahía Dorada a tan solo horas de vuelo de las islas. También, la Fuerza Aérea Argentina dio el visto bueno en esa oportunidad para que el aeródromo en cercanías a Sierra Grande pudiera tener la habilitación en tiempo récord. El titular del Consejo de Ecología y Medio Ambiente (CODEMA) diò la correspondiente autorización en la provincia de Rìo Negro sin convocar a audiencia pública tal lo establece la Ley General del Ambiente.
En
el pedido de informes que en el 2010 elevó la Legisladora de la CC-ARI al
Ministerio de Defensa, “ Garré
y la Fuerza Aérea admitieron que no cuentan con radares para el
control del tránsito aéreo civil en el área donde se encuentra el aeródromo
que está a nombre de Nicolás Van Ditmar”, representante del
magnate británico Joe Lewis en el país y quien además administra
la polémica Hidden Lake.
Odarda,
además detalló que “Gustavo
Sibilia, secretario de Estrategias y Asuntos Militares, en esa oportunidad
firmó el informe detallando entre otras apreciaciones, que el aeródromo
permite la operación de aeronaves como los Fokker F27 y F28, Saab 340, Boing
B 737-600/700 y similares o de menor porte”.
Históricamente
las fronteras de los países han sido protegidas con el fin de garantizar la
integridad del territorio, la cultura e identidad de los pueblos y la
soberanía sobre los bienes naturales comunes. Así ha sido también en nuestro
país. La legislación nos muestra la importancia de la radicación de
ciudadanos argentinos nativos en estas zonas sensibles
a la soberanía nacional, pues el Artículo 4º del Decreto Ley Nº 15.385/44
(Ley Nº 12.913), reemplazado por el artículo 42 de la Ley N º 23.554 dice
que: “Declarase de conveniencia
nacional que los bienes ubicados en la zona de seguridad pertenezcan a
ciudadanos argentinos nativos…”. De igual forma lo hace la ley
18.575 de Promoción para el Desarrollo de Zonas de Frontera.
Pero
lo cierto es que en la actualidad, estas franjas de 150 km de frontera desde
la cordillera y de 50 km en las costas,carecen
de protección cierta.En los últimos
años, el incremento en la venta a extranjeros de tierras en estas zonas
estratégicas quebrantó el espíritu de la normativa vigente, y nuestro país
involucionó en materia de restricciones. Ya en 1997/1998 durante el gobierno
de Menem – según las investigación de la escritora y periodista María Seoane-
se autorizó a extranjeros la compra de 8 millones de has. en esas zonas
fronterizas.“Buscan áreas
estratégicas en lo que se considera "zona de seguridad". Son
lugares claves para el país, por su potencial económico y sus recursos
naturales. En el último año y medio, el Gobierno recibió mil pedidos de
permisos de inversores que quieren hacer pie en la Argentina. El control es
muy débil.”, agrega Seoane.-
Por último la
Legisladora de la CC ARI, manifestò que la defensa de
la soberanía implica no solo cuidar nuestras fronteras, sino
también proteger nuestros bienes naturales comunes como el agua,
prohibiendo la mega minería a cielo abierto con el uso de cianuro y
otras sustancias tóxicas.
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