18 de febrero de 2012

ODARDA QUIERE CONTROL EN LA PISTA DE LEWIS


La pista de Bahia Dorada es observada por Odarda (Foto: PLP)
SIERRA GRANDE.- La legisladora Magdalena Odarda exige controles a los aeropuertos privados existentes en la Patagonia, cuyos propietarios son ingleses.

Frente a la escalada de hechos denunciados por el Gobierno Argentino sobre la  militarización de la plataforma continental argentina, la profundización de la explotación de nuestro  petróleo por parte de Gran Bretaña que mantiene custodiada con misiles las bases petroleras ubicadas en cercanías de las Islas Malvinas, la legisladora rionegrina Magdalena Odarda de la CC-ARI reclamó una vez mas a los Ministros de Planificación y  de Defensa de la Nación, la urgente militarización del aeropuerto privado ubicado en Puerto Lobos, a pocos kilómetros al sur de Sierra Grande, que se encuentra funcionando hace aproximadamente cuatro años sin control suficiente por parte del Gobierno Nacional y que pertenece al ciudadano ingles Joe Lewis.
Indicó en tal sentido “que la defensa de la  soberanía argentina no solo pasa por el cierre de los puertos a buques con bandera kelper, sino fundamentalmente a garantizar la seguridad de nuestras fronteras, realizando el control sobre los aeropuertos privados que fueron indebidamente avalados sin que existan radares o autoridades nacionales que protejan al pueblo argentino y a la seguridad nacional”.
La diputada arista se encuentra pidiendo esta medida desde hace años cuando se conociera la existencia de este aeropuerto de dimensiones similares al aeropuerto internacional de San Carlos de Bariloche, construìdo en no mas de tres meses en área de seguridad de fronteras.
Además, y tal como lo  reconociera el gobierno nacional en respuesta a un pedido de informes, no existen radares en la zona para control del trafico aéreo.
Cabe mencionar que esta obra de magnitud, se halla ubicada a 1000 metros del mar, en cercanías del área protegida Puerto Lobos, en la frontera entre las provincias de Río Negro y Chubut, sobre  la zona geopolíticamente estratègica del paralelo 42.
Según Odarda, sus propietarios, la firma Bahia Dorada S.A. señalan que dicho aeropuerto es utilizado con fines turísticos y para trasladar al magnate ingles de su estancia de Lago Escondido en cercanías de El Bolsón, a sus nuevos campos en la costa atlántica, mas existe un riesgo cierto para la seguridad nacional que dicho aeropuerto no tenga control suficiente por parte del Estado Nacional, dado que deberían existir radares o presencia de Gendarmería o Prefectura Naval-
Señaló ademas que la Legislatura de Río Negro en el año 2010 aprobó una comunicaciòn dirigida al Ministerio de Defensa y Ministerio de Planificación pidiendo radarización o control estatal de dicho aeropuerto, además de otra comunicaciòn pidiendo a Cancillerìa Argentina que haga responsable al Gobierno británico por un eventual desastre ecològico por posibles derrames de petróleo emanados  de las bases petroleras ubicadas sobre la plataforma continental argentina, que impactaría en forma directa en las costas argentinas.
Fue la actual Ministra Nilda Garré, quien entonces estaba al cargo del Ministerio de Defensa de la Nación, la responsable de la habilitación para la instalación y funcionamiento del aeródromo Bahía Dorada a tan solo horas de vuelo de las islas.  También, la Fuerza Aérea Argentina dio el visto bueno en esa oportunidad para que el aeródromo en cercanías a Sierra Grande pudiera tener la habilitación en tiempo récord. El titular del Consejo de Ecología y Medio Ambiente (CODEMA) diò la correspondiente autorización en la provincia de Rìo Negro sin convocar a audiencia pública tal lo establece la Ley General del Ambiente.
En el pedido de informes que en el 2010 elevó la Legisladora de la CC-ARI al Ministerio de Defensa, “ Garré y la Fuerza Aérea admitieron que no cuentan con radares para el control del tránsito aéreo civil en el área donde se encuentra el aeródromo que está a nombre de Nicolás Van Ditmar”, representante del magnate británico Joe Lewis en el país y quien además administra la polémica Hidden Lake.
Odarda, además detalló que “Gustavo Sibilia, secretario de Estrategias y Asuntos Militares, en esa oportunidad firmó el informe detallando entre otras apreciaciones, que el aeródromo permite la operación de aeronaves como los Fokker F27 y F28, Saab 340, Boing B 737-600/700 y similares o de menor porte”.
Históricamente las fronteras de los países han sido protegidas con el fin de garantizar la integridad del territorio, la cultura e identidad de los pueblos y la soberanía sobre los bienes naturales comunes. Así ha sido también en nuestro país. La legislación nos muestra la importancia de la radicación de ciudadanos argentinos nativos en estas zonas sensibles a la soberanía nacional, pues el Artículo 4º del Decreto Ley Nº 15.385/44 (Ley Nº 12.913), reemplazado por el artículo 42 de la Ley N º 23.554 dice que: “Declarase de conveniencia nacional que los bienes ubicados en la zona de seguridad pertenezcan a ciudadanos argentinos nativos…”. De igual forma lo hace la ley 18.575 de Promoción para el Desarrollo de Zonas de Frontera.

Pero lo cierto es que en la actualidad, estas franjas de 150 km de frontera desde la cordillera y de 50 km en las costas,carecen de protección cierta.En los últimos años, el incremento en la venta a extranjeros de tierras en estas zonas estratégicas quebrantó el espíritu de la normativa vigente, y nuestro país involucionó en materia de restricciones. Ya en 1997/1998 durante el gobierno de Menem – según las investigación de la escritora y periodista María Seoane- se autorizó a extranjeros la compra de 8 millones de has. en esas zonas fronterizas.“Buscan áreas estratégicas en lo que se considera "zona de seguridad". Son lugares claves para el país, por su potencial económico y sus recursos naturales. En el último año y medio, el Gobierno recibió mil pedidos de permisos de inversores que quieren hacer pie en la Argentina. El control es muy débil.”, agrega Seoane.-
Por último la Legisladora de la CC ARI, manifestò que la defensa de la soberanía implica no solo cuidar  nuestras fronteras, sino  también proteger nuestros bienes naturales comunes como el agua, prohibiendo la mega minería a cielo abierto con el uso de cianuro y otras sustancias tóxicas.